Esta película animada tiene un estatus de culto por las razones incorrectas
Hay películas malas de bajo presupuesto y películas malas que han costado miles de euros a los inversores y estudios, pero Foodfight! se lleva la palma con diferencia.
El dinero, o el tiempo que lleve la película en desarrollo, no tienen por qué ser sinónimos de la calidad que nos espera. Una película que tenga poco dinero en su inversión puede ser una maravilla, mientras que una película en la que se hayan invertido millones de euros puede ser un auténtico bodrio. Y hoy, por desgracia, venimos a hablar de una película que entra de lleno en la última categoría.
Foodfight!, ¿la peor película de la historia?
Foodfight! es una película de animación producida por Threshold Entertainment y dirigida por Larry Kasanoff. Esta película es una especie de guiño valiente hacia Casablanca que transcurre en un supermercado: el protagonista abre las puertas de su restaurante Copacabana, y dos villanos quieren imponer una “marca X” y quitar la marca de todos los productos del establecimiento.
No, el argumento no es que tenga muy buena pinta, pero entre las voces de la película nos encontramos actores de primer nivel. Charlie Sheen, Hilary Duff, Eva Longoria Parker… prestaron sus voces para los personajes. La película iba a salir en 2003 en principio, algo que no ocurrió y dio lugar a varias fechas que tampoco que cumplieron (2005, 2006 y 2007), saliendo finalmente en 2012 forzados por las circunstancias. Al final llegó en forma de DVD a todo el mundo, y automáticamente se volvió una película repudiada por todo el mundo.
Trailer perteneciente a la versión final de la película
Para que hagas una idea de lo mala que es, en IMDb está la número 20… de las películas peor valoradas de la plataforma, mientras que Rotten Tomatoes ni siquiera se atreve darle un porcentaje. Para qué decir más, puedes ver el tráiler ustedes mismos y comprobarlo.
La crítica ni siquiera ha sido capaz de darle unos segundos, aunque medios como el New York Times se hicieron eco de la historia, mientras que las personas que han visto la película se quejan de lo mala que es la animación, de la presencia de sexo en una película para niños, y de lo cargada de publicidad que está a través del Product Placement.
¿Qué ocurrió para que fuese tan mala?
A la izquierda la primera versión, a la derecha la versión reconstruida a bajo coste.
La versión oficial recuerda a aquella en la que Toy Story 2 se borró accidentalmente, casualidad o no. Según podemos leer en ‘Las horas perdidas’, el director de la película presentó una demanda por un acto de sabotaje industrial: la desaparición de TODOS y cada uno de los discos duros con archivos de la película en 2005. Según Kasanoff, decidió seguir y remodelar la película a bajo coste, dando como resultado una animación desastrosa.
Por si todo esto no era suficiente, los animadores estaban completamente perdidos ante este panorama. Entre eso y el aburrimiento, algunos animadores empezaron a sexualizar los personajes con el pensamiento de que estos cambios no llegarían a la versión final.
Este es el trailer que, en teoría, pertenece a la versión anterior al robo de discos duros
Algo que terminó llegando a la versión final de la película, imaginamos que con las prisas de lanzar la película en 2012, ante la compra de los derechos por parte de otra compañía. Sin embargo, ciertos rumores en Internet afirman que esto podría ser un caso de lavado de dinero a través de la industria del cine; 64 millones de dólares son muchos, y la acusación de los discos duros podría estar creada para encubrir la actividad delictiva.
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